CONTRAFÁBULA
El mundo está repleto de insectos
ahorradores,
hormigas laboriosas,
arañas tejedoras,
listos escarabajos que atesoran
estiércol y otras santas inmundicias,
y orugas que se guardan, por guardar,
a sí mismas,
Así que tú, cigarra,
cómplice del verano, prima hermana
del grillo,
no pares de cantar, rompe la tarde,
pon música a la siesta.
No hagas caso a la hormiga,
que reviente de grano su despensa.
Cigarra amiga, cantaré contigo,
que la vida no es más que lo que
aquí cantemos.
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RITUAL GENTIL
Para anudarse los zapatos
es preciso encorvar nuestra figura.
Rito de la oración de la mañana,
genuflexión sin una imagen,
rezo para la tierra,
única inclinación de los
perversos.
Estoy seguro de que Dios
adora los zapatos.
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ARTE CISORIA
(Con agradecimiento a
Enrique de Villena) (1)
Quisiera hacer un verso con filo de cuchillo
para cortar el pan. Algo daga de asalto, como el hacha sin culpa de un
verdugo que no encontró otro oficio.
No un verso sanguinario sino un verso
certero, afilado y agudo para tajar, hendir, abrir sin pausa, rajar sin
detenerse.
Un verso que en silencio haga trizas el
aire, desnude la razón, abra en canal, despiece, penetre sin cesar,
hiera lo que hay que herir.
Verso para cortar tan diestro y tan exacto
como lo quiso aquel juez de Venecia: "¡una libra de carne! ¡ni
una gota de sangre!"
Eficiente navaja que separe las horas,
su distancia, el papel donde anidan los versos que son grieta, raspadura,
arañazo en la espalda de la vida que se aleja sin tregua.
Un verso como el filo de una hoz con sus
hambres de mies y rama seca, curvilínea guadaña puntiaguda.
Quiero decir espada para escena de cine
(no me digáis que es falso, lo sé, pero ¿quién
sabe?)
Verso, cuchilla ciega, para cortar el
pan, o la carne, o el tiempo.
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(1)
Enrique de Villena (1384-1434), interesante polígrafo, siempre rodeado
por la leyenda, merece nuestra gratitud por haber escrito uno de
nuestros primeros libros de “técnica” poética titulado Arte
de trovar. Hombre culto medieval, fue a un tiempo un humanista del prerrenacimiento.
Además de interesantes traducciones clásicas y libros curiosos
sobre astrología y magia, escribió también nuestra
más antigua obra sobre el arte culinario, a la que hace referencia
este poema: Arte cisoria o Tratado del arte de cortar con cuchillo. |
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RAZÓN
DE ESCRIBIR
A Juan Van-Halen (1)
Escribir para un tiempo
en el que no estaremos para nadie,
y en el más favorable de los casos
seremos una máscara de polvo
maquillando los libros de alguna estantería.
Escribir para un siglo, si es que llega,
menos oscuro y torpe que este siglo.
Dejar impresa la memoria:
papel, disquetes, vidrio, cerámica
esmaltada,
ámbar, cuarzo o moléculas
de gas.
Hacer que las palabras naveguen al futuro
como si fuesen barcos de papel
que sobrevivan hoy a su naufragio.
Escribir por si alguien, algún día,
tiene un dolor de corazón idéntico
o sufre una alegría semejante.
(1) Esta dedicatoria,
debido a los duendes de imprenta, no apareció en las ediciones de
este libro
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