DON GIOVANNI
Noviembre
 

(© Jorge Rojas Goldsack) 

 

(Sinopsis)

Resulta sobradamente conocido el tema de don Juan Tenorio. Don Giovanni es una versión del don Juan con el criterio barroco, anterior a Zorrilla, Basado en la obra de “Convidado de piedra” de Tirso de Molina y en sus otras versiones europeas posteriores. En ellas y en la ópera de Mozart, don Juan es un perverso incorregible a pesar de la gran fascinación que ejerce en las mujeres. Si en la obra romántica de Zorrilla, Juan Tenorio es salvado por el amor de doña Inés y por su último acto de contrición, en esta versión, como en todas las anteriores al siglo XIX, acabará por ser arrastrado hasta el infierno, momento en el que acaba la obra.

 

—Lo siento. De veras que lo siento. Sé que tu papel al final es terrible y deslucido para ti, pero no puedo hacer otra cosa, el texto es así
Mozart miró a Don Juan con inquietud.
—Los textos se pueden cambiar, Don Juan puede redimirse, encontrar un motivo por el cual su vida pueda enderezarse.
La voz de Don Juan tenía un deje de angustia, pero Mozart no estaba dispuesto a ceder.
—Da Ponte ha escrito un texto magnífico y, dado tu comportamiento a lo largo de la obra, reconoce que no hay posibilidad alguna de redención. Eres, don Juan, un canalla, un hombre sin escrúpulos, incapaz de un gesto sincero de afecto.
—Quizá las mujeres que aparecen en la obra no sean las adecuadas para hacer que mi personaje reflexione. Quizá algún otro escritor, con el tiempo, logre dar con la figura que salve mi alma. La muerte y la bajada a los infiernos me parecen algo excesivo.
—Sin embargo, ya ves, yo creo que la Muerte será siempre tu verdadera dama, la única. Es a ella a quien persigues sin descanso, tras de su sombra vas en cada desafío, a ella te abrazas en cada cuerpo al que has quitado la vida o la esperanza. No lo dudes, si existe una mujer a la que tú puedas amar llevará su nombre.


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