POETAS EN VIVO
Año 2007
 
 
 

 

UNA ACLARACIÓN SIEMPRE NECESARIA

POETAS EN VIVO es un programa abierto a todos los poetas con obra significada.

Los autores van apareciendo poco a poco. Hay muchísimos otros poetas, igualmente interesantes, que irán acudiendo a próximas convocatorias.
En cada ciclo anual sólo pueden leer ocho, nueve o diez autores —uno al mes — así que siempre se buscó que convivieran en cada periodo los de más edad y los de menos, los atendidos por la crítica o los olvidados, los de larga obra y los de pocas publicaciones; sin cuotas, sin excepción de corrientes o tendencias.

No hay un orden de preferencia —aunque cada uno tengamos las nuestras— sino cierta acumulación aparentemente desordenada, para que cada ciclo muestre esa variedad y altura poética que asoma —insisto— por encima de las clasificaciones, intereses, tristes exclusiones o frecuencias obsesivas que puedan ejercerse en otros lugares.

Sean las selecciones de grupo, pretendidas generaciones, o estéticas concretas para quienes las necesitan, la establecen o se las creen. Hagan los expertos sus ciclos de lecturas por sectores, años de nacimiento, lugares de origen, tendencia ideológica o supuestas afinidades generacionales. Yo reconozco desde aquí el mérito y el trabajo de quienes las hacen. Pero en nuestras lecturas de POETAS EN VIVO queremos dar a conocer, en la medida de lo posible y a un ritmo más lento del que desearíamos, el amplio abanico de los autores que viven y escriben entre nosotros, conscientes de que, hoy al menos, la calidad está más allá de clasificaciones.

He insistido mucho en las presentaciones de los distintos autores, y creo necesario seguir haciéndolo, en que desde un principio he huido —hemos huido— de los criterios de grupo, de las preferencias por un estilo, de la especulación sobre estéticas o movimientos poéticos, de todo lo que pudiera hacer concebir, engañosamente, que la poesía de nuestro tiempo es sólo de una manera concreta o, como mucho de dos o tres.

Si miramos la realidad, más allá de intereses personales o tribales, observamos que hoy en día conviven muchos interesantes poetas, y su calidad no siempre tiene que ver con determinados acogimientos editoriales de gran distribución, premios a veces literalmente corruptos, olvidos sangrantes o camarillas interesadas. Por lo tanto, en nuestras sesiones nos alejamos en lo posible de esos criterios y van apareciendo poetas de todo tipo, edad y condición.

Así que nadie eche de menos a tal o cual autor, seguramente estará con nosotros en cualquier momento. Es cuestión de paciencia. ¡Qué más quisiera yo que haber presentado ya a todos los que son y estar ya repitiendo autores porque todos fueron —son— poetas “en vivo”!

Enrique Gracia Trinidad